Una novela que te hará reír, llorar, y cambiar tu mirada sobre la vida.

Un camino hacia el pasado para recuperar el presente.

Un viaje por la vida.

ISBN eBook en ePub: 978-84-686-7778-1


  • ISBN eBook ePub: 978-84-686-7778-1

miércoles, 1 de mayo de 2013

FRAGMENTO 5

La muerte una breve reflexión al final de una noche.
Ocaso en Isla Cristina
  —¿Me estás diciendo que Víctor, ahora que ha muerto, me está enseñando a apreciar ciertos sentimientos? ¿Qué mi forma de relacionarme con Alba es diferente por lo que leí en el cuaderno y por lo que hablé contigo?
  —¿Por qué no? —contestó ella—. Pero quizás haya más, también es posible que el fallecimiento de él te haya hecho cambiar tu percepción de la muerte, sentirla como algo real.
  —¿Qué tiene que ver la muerte con mis sentimientos hacia Alba? Preguntó él. 

Sol y Mar, hotel Las Arenas en la novela 
  —Es precisamente la muerte, o mejor dicho el hecho de tomar conciencia de nuestra propia muerte, lo que condiciona toda nuestra vida. La certeza de que tenemos fecha de caducidad es lo que nos estimula a buscar aquellas cosas que todavía no hemos experimentado y, sobre todo, el temor a que no nos quede tiempo para disfrutarlas. Cuando somos niños, la vida nos parece un camino que no se va a terminar nunca. La madurez nos enseña a que ya, jamás, disfrutaremos de los juguetes que antes no tuvimos; la infancia pasó. La desaparición de nuestros seres queridos nos hace tomar conciencia de que algún día nosotros también desapareceremos y se habrán terminado los tiempos de amar, de triunfar, de realizar todos aquellos sueños y realidades que aún no hemos tenido tiempo o decisión para hacer. La presencia de la muerte es lo que nos hace sentirnos vivos, Palas. Es el motor que nos empuja a buscar aquello que cada uno realmente valoramos.
  —Eres toda una socrática.
  Palas se dirigió a ella cariñosamente.
  —No, solo soy vieja. Y ahora sube a tu habitación. No sé que haces aquí, escuchando los desvaríos de una rancia pasada de moda, en vez de disfrutar de esa monada que te está esperando.
  —Eres una mujer magnífica Mira, voy a echarte mucho de menos.
  —Espero que por poco tiempo.
  Ambos amigos se abrazaron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario